¡Antes de nada os queremos desear un feliz año nuevo! Esperamos que hayáis pasado unas fechas geniales junto a vuestros seres queridos.
Hoy vamos a seguir indagando en la pasta y os vamos a contar qué tipos de pasta hay según la harina con la que están hechas.
¿Qué tipos de pasta hay según la harina?
En el último artículo os hablábamos sobre los tipos de pasta según su forma y cuál es el mejor para cada salsa. Hoy os vamos a contar sobre los distintos tipos que hay, pero, según la harina que se utiliza.
Seguramente, la pasta que comas habitualmente, como la mayoría de los ciudadanos, es pasta de harina o sémola de trigo refinada. A pesar de su harina refinada, la pasta tradicional tiene un índice glucémico bajo, similar al de las leguminosas, por lo que no aumentará los niveles de azúcar en sangre.
Pasta de trigo integral
La alternativa más conocida a la pasta refinada tradicional es la pasta de trigo integral. Es una opción muy recomendable para los que buscan aumentar la ingesta de fibra y proteínas. En lugar de eliminarse cuando la muelen, la harina de la pasta de trigo integral se deja entera. Según algunos estudios, esta pasta está relacionada con un menor riesgo de sufrir obesidad, enfermedades cardíacas y diabetes. Sin embargo, esta pasta contiene gluten, por lo que no la pueden comer los celíacos.
Pasta de trigo sarraceno
Otra opción es la pasta de trigo de sarraceno, también conocidos como fideos soba, es una pasta de origen japonés que normalmente se sirve fría. A pesar de su nombre no es una forma de trigo, si no un tipo de grano, por lo que no contiene gluten y es una gran opción para los celíacos. También son más bajos en calorías y en carbohidratos que otras pastas. Si comparamos con la pasta blanca tradicional, comer pasta de trigo de sarraceno puede reducir la ingesta calórica a la mitad.
Pasta de harina de espelta
Por otro lado, tenemos la pasta hecha con harina de espelta. Las pastas hechas con esta harina son menos calóricas y contienen hasta diez veces más fibra que las que tienen harina común. La espelta es altamente rica en proteínas, fibra, minerales y vitaminas B, E y A. A pesar de no ser apta para celíacos, es una pasta mucho más digerible que la tradicional.
También podemos encontrar la pasta de quinoa, un grano muy nutritivo. Es rico en hierro y magnesio y no contiene gluten.
Uno de los tipos de trigo más antiguos que se conocen, junto con la espelta, es el kamut, también llamado trigo khorasan. Es una variedad ancestral que destaca por encima del trigo común por su mayor concentración de proteínas, lípidos, fibra, minerales y vitaminas, por lo que la pasta de kamut es una opción más sana y nutritiva que la tradicional.
Gracias a su sabor dulce y suave de forma natural es ideal para preparar diversos platos.